La escritura no tiene futuro
La escritura no tiene futuro
Cuaderno de Bitácora: Entrada 4
He tenido una conversación muy intensa. Una autora que no nombraré, porque tampoco viene a cuento, la verdad, me ha confesado, entre lágrimas, que se está planteando dejar de escribir porque no encuentra el apoyo suficiente para enfrentarse a este duro mundo. Y eso me ha llevado a dos reflexiones:
- que nadie se toma en serio este trabajo.
- que el mundo de la escritura está lleno de lobos con piel de cordero.
Y es que si ya de por sí lanzar una carrera en cualquier campo es difícil, el campo de la literatura, que es el nos incumbe, es como cuando de pequeño dices que quieres ser futbolista. Que todo el mundo te dice “sí mi niño, seguro que lo consigues” pero luego realmente nadie se espera que pases de jugar en el parque con tus colegas y, a la hora de la verdad, encontrar quien te motive y te ayude a cumplir tu sueño es más difícil que sacarle una muela a Simba.
Nadie se toma en serio este trabajo
Cuando eras pequeño, si te gustaba leer ya eras rarito (al menos cuando yo estudiaba, me alegría, de verdad de la buena, descubrir que esta tendencia ha cambiado des entonces) pero, si encima lo que te calmaba el ansia asesina de la adolescencia era escribir, más te valía no decirlo, no fuera a ser que te tildaran de lunático (y no precisamente porque les gustase el profesor Lupin).
Cuando creces la cosa no cambia demasiado. Sí, ahora con Amazon el rollo es algo más “sencillo” pero si tu libro no está en todos los escaparates y no tienescientos de miles de seguidores en Twitter (ejem, ejem, señor Pérez-Reverte), la gente sigue dando por hecho que escribes por hobby y que no dejarás/podrás dejar tu trabajo “de verdad” para dedicarte a esto porque “no sabes cuánto puede durar”.
Esto me toca cierta fibra. A día de hoy, tal y como está la vida y, sobre todo, tal y como está la legislación de trabajo, ningún trabajo está “asegurado”, cualquier día puedes verte en la calle te dediques a lo que te dediques y tengas el contrato que tengas. ¿Por qué no, entonces, asegurarte de que aquello a lo que vas a dedicar la mayor parte de tu tiempo en esta gran pelota, sea algo que te llene? Que sí, que es difícil, frustrante y, nuevamente, jodidamente complicado, pero nada se ha conseguido nunca sin ganas y todo en esta vida cuesta un c*j*n y parte del otro.
¿Por qué no, entonces, animar a nuestros seres queridos, dentro de sus posibilidades, a que persigan aquello para lo que sienten que han nacido y dejarnos de “realismo de hacendado”?
El mundo de la escritura está lleno de lobos con piel de cordero
Aquí me voy a meter, directamente, con las editoriales, en especial las de “autopublicación” y “coedición”. Mal llamadas ambas, ya que al final las dos son la misma mier** y en todas tienes que buscarte tú la vida para que la gente te lea y te compre, a no ser que des un pelotazo(que entonces se te rifan como si no hubiera un mañana pero, seamos realistas, ejem, eso no es muy probable de entrada).
Este conglomerado de chupacuartos, se dedica a acumular manuscritos de pobres almas cándidas y luego, en el mejor de los casos, le hacen una corrección “de andar por casa” y, si tienes suerte, te diseñan la portada y a imprimir. Luego, por supuesto si quieres que le den movimiento pagas más y, mucha veces, ni así consigues que hagan algo con tu libro. En este tinglao en el que me he metido, me he encontrado ya tantas barbaridades que necesitaría un artículo solo para contarlas (deja un comentario si te gustaría leerlo, aunque es probable que lo escriba igualmente, tengo mucho veneno que soltar) y esto desmotiva a niveles estratosféricos y da la razón a aquellos que te dicen que en este mundillo es imposible llegar a ningún sitio sin contactos.
Los contactos
Esto último tampoco es que sea mentira. Vamos a ver, sin contactos en esta vida no se va a ningún lado, seamos honestos. Pero tampoco lo son todo. El otro día me dio por leer la biografía de Eloy Moreno, disponible en su web y me fascinó ver como un tío con una maleta y unos ejemplares que decidió no rendirse puede estar vendiendo de la manera en que vende este hombre ahora mismo. ¿Por qué no vas a ser tú? Si, total, tienes que buscarte las habichuelas igualmente, por lo menos hacerlo motivao.
Grande es la culpa de una guerra innecesaria
Lo que me lleva a mi conclusión de hoy, si tu amigo, tu pareja, tu prima o tu vecina, sueña con escribir como forma de vida, no ataques con “golpes de realidad”. Apoya a esa persona lo mejor que puedas y, si no puedes, al menos cierra la boca y deja que extienda sus alas hasta donde puedan llevarlo/a.
Y recuerda, grumete, lucha por lo que quieres y sueña con las batallas, que la guerra nadie la ganará por ti y, como siempre que el viento sople a tu favor.
Créditos de las imágenes
- La escritura no tiene futuro | Awenyr | CC BY 4.0