Hablemos del miedo
¿Qué es exactamente el miedo? Seguro que miles de personas lo sentimos bastante a menudo, sin saberlo. Miedo es: pensar que algo te va a salir mal, ser negativo. Miedo es: sentir que en cualquier momento o situación puedes perder a una persona, o incluso un trabajo. Miedo es: pensar que perderás el bus y llegarás tarde a clase. Miedo es: hacer una presentación oral y pensar que te saldrá un gallo…
El miedo es algo tan común, que creo que no nos damos cuenta de que, en realidad, sí que lo sentimos. Y es algo normal.
Sin miedo a nada
Soy de las personas que siempre creyó que no le tiene miedo a nada, pero, al final, en el mundo literario, descubrí que eso no es así. Que todos tenemos ese temor de que nuestros sueños se hagan añicos delante de nuestras narices y sin poder hacer nada para evitarlo… Pensamos en que vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para conseguir gustar, llegar a la gente, y que se nos dé toda la aceptación y cariño que necesitamos cuando hacemos lo que nos gusta.
El libro viajero
Descubrí un temor enorme cuando decidí hacer mi primer libro viajero, por lo que os voy a contar un poco esta experiencia. Sé que os puede gustar. Cómo ya os dije en otra entrada, al principio era tan nueva que no sabía ni qué significaba eso, pero cuando lo descubrí, deseé por todos los medios hacer uno. Estuve muchísimo tiempo, incluso años, queriéndolo, pero no me daba decidido. Siempre ponía le excusa estúpida de: es que la primera edición tiene errores y es la única versión que tengo en casa. Es que… es que… Todas excusas estúpidas por miedo a lanzarme a la piscina.
Al final me di cuenta de que estuve tanto tiempo dándole vueltas por culpa del miedo. Cualquier escritor que me esté leyendo y acabe de hacer un libro viajero hace poco puede estar sintiéndose identificado.
No te sientas mal, como tú somos muchos los que nos hemos sentido así.
Y tú, ¿sabes lo que es un libro viajero? Es un libro en el que el autor decide mandárselo a una persona, que esa persona lo lea, lo reseñe, lo pinte y haga lo que quiera con él en un tiempo limitado. Después de este proceso, tiene que enviarlo a otra persona, y así hasta completar el ciclo y que el libro vuelva a su casa de inicio, la de su autor.
De todo no
Bueno, lo de que puede hacer lo que quiera con él… Puede hacerlo todo, menos quedárselo. ¡Y ahí empieza el miedo de todo escritor que quiera lanzarse en este mundo! ¿Y si se lo queda una persona y rompe todas mis ilusiones? ¿Y si al final se lo queda el primero y los demás se quedan sin leerlo? ¿Y si se lo queda la última persona con todas las anotaciones, comentarios y post its de todos los anteriores? … Cuantas preguntas sin respuesta he hecho de repente. ¿Nunca se te han pasado por la cabeza?
La verdad es que el 99,9 % de los escritores pensamos cada una de estas cosas antes de decidir hacerlo. Y es una mierda. Nadie tiene por qué quedarse con el trabajo de otra persona cuando has confiado plenamente en que ese libro viaje por toda España y vuelva a ti cargado de sentimientos y opiniones de tus fieles lectores.
Tienes mi desprecio
Si estás leyendo esto y te has quedado con algún libro viajero, sinceramente, puedes irte. No te mereces para nada mis respetos. Si, por el contrario, has participado, lo has disfrutado y lo has dejado seguir su camino, me tendrás aquí para todo aquello en lo que me necesites. En las redes sociales estamos hartos de ver a gentuza que se mete en grupos de estos para obtener ejemplares gratis y luego salirse y bloquear a todo el mundo. Tengo suerte de que no me haya pasado, sino tengo narices de presentarme en la casa en cuestión. ¡A esta gente tendrían que penalizarla de alguna forma! Pero nunca pasará.
Mi libro viajero
Solo queda confiar.
Confiar. Confianza… ¡Qué sentimiento tan difícil cuando no conoces a las personas que están al otro lado de la pantalla! Yo he vivido los libros viajeros desde las dos perspectivas, y os voy a hablar un poco de mis experiencias.
¡Sabéis que me encanta contaros mi vida!
Cuando decidí hacerlo con mi primer libro Vuelve, quédate aquí los nervios me comían por todas las esquinas. Estuve semanas preparando el envío. Incluso pedí un ejemplar de la segunda edición para ponerlo a volar. Fue increíble. Una sensación única e inigualable. Saber que te estás currando algo para que otras personas lo disfruten y vuelva a ti cargado de energía y buenos momentos recopilados. Pensaba ¿y si sale mal? Me rompían a la mitad. Os lo juro. Decidí confiar plenamente en las once personas que estaban participando, ya que decidí hacerlo con una organizadora que estaba más que acostumbrada a hacerlos.
Pensaba… A la gentuza ya la tendrá vetada, ¿no? Nada podía salir mal…
¿Sabéis lo que se siente cuando una persona que me ha comprado la primera edición va a darle una oportunidad también a la segunda en el libro viajero? Es increíble, ¿verdad? Pues a mí en esta ocasión me ha pasado y me hizo muy feliz.
Desde aquí te doy las gracias.
A ti y a cada una de las personas que participaron y que os merecéis todas las cosas buenas que os pasen.
Sólo tuve un “problemilla” en este libro viajero, que fue la no lectura del libro por parte de una de las participantes, pero ¡al menos no se quedó con el libro! Eso me hace muy feliz.
Está llegando
A día de hoy, después de tantos meses perdido, os tengo que contar que mi libro viajero está a dos paradas de llegar a mi casa de vuelta. ¡YA ESTÁ EN GALICIA DE VUELTA! Sé que la gente lo ha disfrutado mucho, y deseo tener esa maravilla entre mis manos para poder ver que todo mi trabajo de tantos años mereció la pena. Juro que es un ejemplar que siempre tendré conmigo como un tesoro.
Un consejo útil para todos vosotros: nunca os metáis a hacer un libro viajero sin tener a alguien experto en el tema que os pueda orientar.
El otro lado
Ahora hablemos del libro viajero desde el punto de vista bookstagrammer. He participado en exactamente dos. La sensación ha sido increíble, porque ves como el autor te hace regalitos con mucho mimo y amor. ¡Él solo quiere que disfrutes de esa lectura tanto como hizo escribiéndola! Y, normalmente, se nota mucho. Saber que puedes leer un libro y dejarle mano a mano a quién lo ha escrito, tu opinión, es lo mejor que hay. Además de que, gracias a eso, tienes la posibilidad de leer libros sin que se te acumulen en la estantería, gracias al plazo de tiempo que tienes.
Yo lo veo una forma guay de conocer nuevos autores, reseñar, dar amor a los autopublicados y no acumular libros que igual nunca más vuelves a leer. ¿Cuántos libros tenemos en las estanterías que nunca hemos releído por falta de tiempo o de ganas? ¡Yo bastantes! Aunque tengo que admitir, que soy de las que relee libros que le gustaron muchísimo…
Ayuda a los autopublicados
Fastidia un poco cuando un libro viajero te gustó mucho, y aun así lo tienes que dejar partir hacia su nuevo destino… ¡Pero siempre tienes la posibilidad de comprarlo! Esa también es una forma extraordinaria de ayudar y apoyar al autor. ¡Ojalá que gracias a esa lectura tengas nuevo escritor favorito!
Dale una oportunidad a los libros de autores autopublicados, somos los que solemos brindarnos para hacer estas lecturas tan amenas e increíbles. ¡Hay gente que merece mucho la pena! De verdad te lo digo, lector. Nosotros te lo agradeceremos muchísimo.
¿Has hecho algún libro viajero? Cuéntanos tu experiencia, tanto como lector como siendo escritor… La idea es ayudarnos todos mutuamente, ¡y qué mejor que contándonos cosillas!
Gracias
Gracias Laura, por darme esta idea para hablar en este día.
¿Os gustaría alguna entrada hablando de algo en especial?
¿Te gustaría que hiciera un viajero de alguno de mis dos libros?
¡Contáctame y lo hablamos! Igual me interesa… ¡Para el próximo martes más y mejor! ¡Aprendamos juntos, pero nunca revueltos! ¡Nos vemos por redes sociales!
Créditos de las imágenes
- Miedo y libros viajeros | Awenyr Luna | CC BY 4.0
10 comentarios en «Miedo y libros viajeros»
Gracias por tu artículo, Sara.
La verdad es que nunca he hecho un libro viajero. Por lo que veo te aporta bastante información.
Siempre me han ayudado compañeros y amigos que yo mismo elijo para que hagan la lectura de mis borradores: lectores cero. No es lo mismo pero es una gran fuente de información.
Por lo que dices de quedárselo, o pintarlo, no sé, me parece una falta de respeto, sobre todo cuando es un libro, no un manuscrito.
Saludos
En otra entrada hablé de los lectores cero.
¡Mil gracias por tu tiempo y por pasarte por aquí!
Me encanta “el libro viajero”
¿Me ayudarás algún día a hacerlo? 🥰🥰🥰🥰
Yo te ayudo en lo que necesites, ya lo sabes. Pero es mejor contactar con alguien que tenga experiencia en organizarlos
En “Embajadores de libros” en Instagram suelen hacerlo muy bien.
Me ha gustado el artículo. Muy cierto que no hay que cerrarse a nuevas experiencias por inseguridad.
(En mi caso, reniego del libro viajero porque no concibo el pintarrajear un libro, jajaja)
¡Buen trabajo!
Holaaa,
Me ha encantado esta entrada. La verdad es que los viajeros molan mucho. Yo participo en varios, siempre. Así se van y ya los has disfrutado.
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo, guapísima
Muchas gracias por pasarte por aquí.
Yo, pensándolo como lectora, tampoco concibo pintarlos, pero como escritora, que te llegue un libro lleno de vida, es lo más bonito que hay
Siempre nos quedarán los post its y las notas!