Shō Fumimura
Creo que es justo, antes de centrarnos propiamente en la saga Santuario, hacer un pequeño repaso del autor, Yoshiyuki Okamura, mas conocido como Buronson o Shō Fumimura.
Como curiosidad, en la edición española de Otakuland aparece mal transcrito como Syo tanto en la portada como en la contraportada del cobertor, aunque en la mini brografía del mismo sí está bien transcrito como Shō.
Y es que en 1983, junto al dibujante Tetsuo Hara, veía la luz Hokuto no Ken (El Puño de la Estrella del Norte), que marcaba el inicio de una nueva forma de mostrar los mangas de acción y artes marciales, la ultraviolencia. Marcando su influencia en todo lo que vendría después, hasta el punto de que se le considera el precursor del fatality que popularizo mas tarde el videojuego Mortal Kombat.

Es sin duda uno de mis mangakas favoritos. Creo que maneja de manera magistral los trasfondos y las motivaciones de los personajes que crea y todo esto se va desgranando poco a poco a lo largo de sus historias. Dejándonos personajes mucho más profundos de lo que pudiera parecer en los primeros compases.
Santuario
Este manga seinen (orientado a un público adulto masculino) es más cercano en su conjunto al concepto de novela gráfica que al típico manga episódico y ligero.
Por ello sorprende, a medida que nos sumergimos en su lectura, lo complejo del arco argumental con muchas subtramas que se van abriendo y cerrando, una profundidad espectacular de los principales pesonajes y donde el concepto del bien y el mal queda desdibujado en un mar de compleja realidad donde parece que en todo momento “el fin justifica los medios”.
El Japón de principios de los 90
La historia está ambientada en la época en que se escribió, principios de la década de los 90 del pasado siglo y esto es importante para poder comprender muchos de los movimientos argumentales que provocan los protagonistas a lo largo de los capítulos.
Por un lado, la explosión de crecimiento económico japonés surgida en los 60 llegaba a su fin, con todo lo que ello conllevaba. Y por otro la política, que causa cada vez más apatía en el pueblo, ha sido dominada durante 40 años por el mismo partido conservador, con una clase dirigente apoltronada en sus escaños y una media de edad muy elevada que evitaba la entrada de sangre nueva y, por tanto, de nuevas ideas.
Internacionalmente, la URSS, con quién Japón mantenía una pugna por las Kuriles, acaba de disolverse y Hong Kong apura sus últimos alientos de “libertad” antes de ser devuelta a China.
Dos caras de una misma moneda
Todo comienza con las vidas paralelas de dos jóvenes con muchas aspiraciones, que buscan escalar en sus respectivos caminos con el fin de cambiar a Japón y devolverlo a la primera línea del panorama internacional.
Akira Hojo, líder de un pequeño grupo yakuza, trata de ascender a marchas forzadas en dicha organización criminal pero, manteniendo en todo momento ese aura de persona con clase, siempre un paso por delante de sus rivales y siempre vestido con traje blanco, que da un contraste magnífico de su vida en las sombras.
Chiaki Asami, en cambio, es secretario de un diputado del congreso y busca revolucionar la política e implicar a la población en la toma de decisiones y, sobre todo, que vuelvan a intesarse por la política. En contrapunto a Hojo, Asami siempre va con traje negro.
Financiación ilegal, dinero negro, corrupción...
A partir de ese momento vamos a ver cómo la vida política parece insaparable de las tramas de corrupción: financiación ilegal, proyectos y licencias para jugar con la especulación o escándalos sexuales, salpican continuamente las páginas en tramas que se van cruzando y enrevesando en torno al verdadero líder político de Japón, Isaoka, que como nuestros protagonistas, también demuestra una inteligencia audaz consiguiendo salir airoso una vez tras otra.
Mas allá de la parte oscura, tambén hay una perspectiva muy profunda de la vida política en general y toda la estrategia calculada milimétricamente que hay detrás de cada movimiento: desde la disolución de las cortes, los debates televisados, el uso de los referendums, la constitución…
La mafia desde dentro
Es difícil valorar el realismo del mundo que nos muestran desde dentro de los grupos yakuza y, aunque hay varios personajes secundarios que conforman el estereoripo de yakuza, los que orbitan cerca de Hojo se nos muestran como personas que, pese a que han escogido un camino delictivo, también tienen un vida y una familia, lo que nos hace empatizar muchísimo más con ellos.
Al mismo tiempo, nos recuerda una y otra vez que siguen siendo yakuza y que si tienen que matar lo harán, porque esa es la vida que han elegido y lo defenderán hasta su última instancia. Lejos de sonar contradictorio, la trama lleva muy bien todas estas declaraciones.
Todo esto se magnifica con la aparición de un personaje vital a lo largo de la historia, Tokai, que representa lo que yo llamaría un yakuza “de pura cepa”, el estereotipo máximo de mafioso que ha pasado varias veces por la cárcel y sólo conoce la fuerza bruta como método para conseguir sus objetivo.
Conclusiones
Esta es una obra que te engancha desde el primer momento, con unos personajes muy bien desarrollados, tanto principales como secundarios, donde puedes conectar en todo momento con la línea de pensamiento de cada uno de ellos.
La trama es lo suficientemente compleja para que no sean evidentes muchas de las acciones que se llevan a cabo hasta que se resuelve ese arco argumental y la dualidad bien-mal, sombra-oscuridad, política-mafia está siempre presente de manera paralela, tanto que a veces cuesta diferenciar la una de la otra.
Las ilustraciones de Ryoichi Ikegami me parecen espectaculares, aportando un dibujo muy realista, muy apartado del estándar japonés al que tan acostumbrados nos tienen el manga y el anime.
Las escenas de sexo, que son muchas a lo largo de los capítulos, son coherentes en esa visión corrupta del mundo que nos muestran y en ningún momento se notan excesivas y, pese a ser muy explícitas, como es habitual en Japón, no muestran ningún genital. Pasa lo mismo con la violencia, que pese a ser también explícita y salvaje en algunos pasajes concretos, no hay esa recreación que a veces vemos en otras obras, sino que es una parte necesaria para dar forma a la obra.
Por último, me he releído los 6 tomos que componen la edición española de este manga, y es sorprendente lo actual y realista que parecen todas estas tramas, y que tan bien podemos extrapolar a nuestra política actual. Es por eso que se mantiene tan atemporal en su mensaje de fondo.
Mi valoración final
Créditos de las imágenes
- Fatality Sindel | Mortal Kombat | Copyright | Todos los derechos reservados
- The Sanctuary of Shrine | mrhayata | CC BY 2.0 | Modificada por Goran
- Hojo y Asami | Ryoichi Ikegami | ISBN 84-96425-00-2
- Santuario 1 | Otakuland Distribuciones | ISBN 84-96425-00-2